Thursday, June 9, 2016


Durante la segunda mitad del siglo XIX, las reformas liberales fomentaron una mayor movilidad en la población, al ser afectadas las tierras de los pueblos indígenas y obligados estos al abandonar sus comunidades, muchos perdieron su lengua y muchas de sus costumbres; como consecuencias, la población indígena del país disminuyó y se amplió la población mestiza. Emiliano Zapata, construyó uno de los principales movimientos revolucionarios a partir de 1910.



Hacia mediados del siglo de la población, al parecer, alcanzaban a penas los siete y medio millones de habitantes y, de ellos, 90% vivan en el campo y solo 10% en las principales ciudades. La estructura social se mantuvo, en la primera mitad del siglo XIX. Con una conformación muy semejante a la que tenía durante la etapa virreinal, lo que significa que la movilidad de la población casi no sufrió modificaciones.

Durante la primera mitad del siglo XIX el crecimiento de la población fueron muy lentos. Algunos especialistas calculan que durante la guerra de Independencia, murieron alrededor de un millón de personas, y que la población al iniciar la vida independiente era de aproximadamente seis y medio millones de habitantes.

A pesar de la organización política y social de la primera mitad del siglo XIX, existió un consenso entre liberales y conservadores acerca de la importancia que podía tener la educación de la población para promover el progreso. Se crearon instituciones educativas nuevas como la compañía Lancasterina, que llegó a México en 1822, y utilizaba un método de enseñanza diseñado por Ingleses Lancaster y Bells, la educación que impartió la compañía Lancasteriana tuvo tanto éxito que en 1842 se hizo cargo de la dirección general de instrucción pública.